Pasó el mes de marzo. Atípico, invernal,
lluvioso, gris y triste. Lamentablemente echó la Semana Santa a perder. La
semana más santa de todas las semanas quedó desdibujada por las inclemencias meteorológicas
que traía marzo bajo el brazo.
En el planeta toro, marzo antes nos dejó
también unas Fallas de Valencia y una Magdalena en Castellón un tanto planas.
Destellos, solo destellos, de los llamados figuras con una faena para el
recuerdo, sin espada eso sí, de Morante, la presumible frescura de un Talavante
que apuesta por un toreo fresco, lamentablemente un tanto superficial, y el
buen momento de un torero de Orduña que se llama Iván Fandiño que comienza a
ser incomodo, muy incomodo diría yo, para los que ocupan los lugares de
privilegio en el escalafón.
La triste Semana Santa se culminó con la
clásica fecha del domingo de Resurrección en la capital hispalense. Hubo lío en
los reconocimientos previos y hubo gasto extra de gasoil, los camiones de
transporte de toros dieron varios viajes ruta
Salamanca-Sevilla-Salamanca-Sevilla, hasta completar un lote de Garcigrande que
finalmente nadie protestó, en una tarde en la que El Juli hizo las delicias del
respetable aunque no finalmente, viendo lo visto en las redes sociales, no fue
capaz de poner a todos de acuerdo.
Por Córdoba el viento comenzó a mover
las aspas de los molinos taurómacos. Priego de Córdoba no tuvo acontecimiento
alguno el antiguamente llamado sábado de Gloria. En Cabra mientras tanto la
simpática Ana Rita, las damas por delante siempre, y Álvaro Montes triunfaron
ante una corrida de Ruchena en la que el nuevo Valdenebro cumplió con el quinto
mandamiento en tan litúrgica fiesta.
Mientras tanto en la capital el mesías
José Tomás declinaba predicar con su toreo en Los Califas, lo que ha supuesto
un atraso, junto a la coincidencia con las ferias de la villa y corte, así como
la de la capital del antiguo reino nazarí, a la confección de los carteles en honor del
ciclo dedicado a Nuestra Señora de la Salud, que pone punto y final al mayo
festivo cordobés.
Los carteles serán presentados oficialmente
el próximo sábado. Las combinaciones ya son conocidas por haberse filtrado en
la red, tanto en los portales especializados como en las llamadas redes
sociales. Una feria corta, tal y como mandan los tiempos de crisis económica que
nos azota.
La nueva empresa ha trabajado duro, tanto en
lo comercial, se han vendido 2000 abonos, como en lo taurino. Lo dicho ahora
solo queda ver como sale todo. Como responde el público que ha optado por no
sacar sus boletos hasta no ver las combinaciones definitivas. Seguro que habrá muchos
que noten ausencias, tanto en espadas como en ganaderías, pero una feria corta
es lo que tiene.
Ya habrá lugar para volver a crecer
hasta el lugar que por historia nos corresponde. Ahora solo queda luchar entre
todos para recuperar lo que nunca se debió de perder. Una plaza de temporada y
de mucha más categoría que la que ahora tiene, por mucha que administrativamente
defendamos y digamos poseer, cuando al final hasta la feria de Granada
condiciona la conformación de nuestros carteles. Por esto merece la pena luchar
hasta revertir la situación a nuestro favor.