Hace ya algunos años le tocó a los “saltillos” de la familia Moreno de
El problema es muy grave. Hasta ahora y con mucha suerte se van salvando los muebles. Pero ¿que ocurriría si alguna ganadería poseedora de un encaste único tuviese que se sacrificada en su totalidad? ¿Se imaginan que Miura, Prieto de
Los organismos públicos no deben de mirar para otro lado. Aunque los animales pertenezcan a una propiedad privada, estos encastes minoritarios forman parte del patrimonio ganadero del país y a su vez una especie única, autóctona e irrepetible. Se debe de subvencionar a estas ganaderías para la creación de bancos de embriones y semen, para salvaguardar lo que a todos nos pertenece, luego en caso de producirse algún incidente que acabara con algunas de estas castas, alguna considerada fundacional, quejarse sería demasiado tarde.
Los programas conservacionistas del lince o del lobo están dando su fruto, ¿acaso el toro es menos ibérico que estas dos especies?