10/23/2011

ANTOÑETE, IN MEMORIAM.


Antoñete, in memoriam

10/18/2011

A RAFAELITO LAGARTIJO EN EL LX ANIVERSARIO DE SU ALTERNATIVA.



Ayer se celebró en Córdoba un homenaje a Rafael Soria Molina "Rafaelito Lagartijo, con motivo del sesenta aniversario de su alternativa. Transcribo a continuación la semblanza que me toco realizar del decano de los matadores de toros cordobeses.


"Excmo. Sr. Alcalde de Córdoba, Sr. Presidente de “Nueva Plaza de Toros de Córdoba, S.A.”, dignísimas autoridades locales y provinciales,  Sr. don Manuel Benítez Pérez, V Califa del toreo, toreros presentes, aficionados, señoras y señores, buenas tardes.
Dicen los que más animadversión tienen a la fiesta de los toros, que ésta vive sus peores momentos. Se jactan de afirmar que está herida de muerte, que es una secuela del pasado y que tiene por ello los días contados. La atacan sistemáticamente por razones varias, como pueden ser una irracional defensa de los animales, que fuerte es equiparar los presuntos derechos de un animal con los de un ser humano; por motivos políticos, como se ha visto recientemente en una región tan taurina como Cataluña, donde Barcelona llego a celebrar festejos taurinos en dos plazas, Arenas y Monumental, por otros oscuros intereses que se nos escapan y sobre todo por desconocimiento de la fiesta taurina en sí.
Nuestra singular fiesta de toros forma parte de la cultura mediterránea, perdiéndose en el albor de los tiempos sus raíces más hondas. La tauromaquia está profundamente y desde tiempo ancestral presente en nuestra cultura. No hay nada más que recordar al Minos cretense o el culto mitraico difundido por los romanos. Mitología de la fertilidad y el poder. Quien ataca a la fiesta de los toros está atacando lo más profundo de nuestra cultura más primigenia, ignorando la importancia que los juegos con los toros han tenido siempre entre todos los países mediterráneos, especialmente en la península ibérica. Aquí es donde se desarrolló como un espectáculo de gran belleza plástica, que ha llevado a artistas e intelectuales de diversos campos a cantarla, exaltarla y engrandecerla.
De ahí que reconocer en estos tiempos la magnitud real de la fiesta de los toros, es conocer nuestra historia, nuestras costumbres y nuestra cultura. Así se está demostrando ser consecuentes con el legado de nuestros antepasados, velando por su conservación y su transmisión a las generaciones que nos sigan. No hay que tener complejos, ni avergonzarse por amar la fiesta a la que García Lorca calificó como “la más culta que hay en mundo”, hay que luchar por su defensa, por su enaltecimiento y difusión, sin complejos ante tanta progresía vacía de fondo y contenidos, que pretende cercenar algo intrínseco en la cultura de España y de todos los españoles.

Sin complejos. Así es como hay que andar entre todos los movimientos contrarios a la fiesta. Como sin complejos anda nuestra corporación municipal, nuestros representantes, a quien hay que agradecer que este homenaje que hoy celebramos, haya tenido  un respaldo institucional hasta ahora inédito. Digno de elogio que en el día de hoy nuestro ayuntamiento, en unión de la Sociedad Propietaria de la nueva plaza de toros, haya promovido este homenaje al decano de los matadores de toros cordobeses en el LX aniversario de su alternativa.
Córdoba goza de gran prestigio en el llamado planeta toro. Se cuenta que las praderas aledañas a Médina Azahara, fueron testigos mudos de la crianza del toro y del caballo. Con los tiempos las fiestas de toros y cañas se fueron afianzando en la ciudad celebrándose en festividades y conmemoraciones. El Campo Santo de los Mártires, la Corredera o el campo de la Merced se convirtieron en escenarios improvisados de la lucha sin cuartel de la fuerza bruta del toro contra la racionalidad humana.
Era la génesis de la Córdoba taurina, aquella que con su Califato taurino ha pasado a la historia. Desde la época del romanticismo hasta nuestros días, Córdoba siempre ha tenido algo que decir en la historia del toreo. Córdoba fue testigo del nacimiento del torero denominado artístico, cuando Rafael Molina “Lagartijo”  pisó las arenas en la centuria decimonónica. Igualmente y no muy alejado en el tiempo de su predecesor, con quien se formó, Rafael Guerra “Guerrita”, marcó una época de absolutismo en la fiesta donde impuso criterios, poder y una nueva visión del toreo. Más tarde, en la época más dura, principios del siglo XX, Rafael González “Machaquito” con su pundonor, valor y una suma perfección estoqueadora paseó el nombre de Córdoba por todo el mundo taurino. Tardó en llegar al toreo aquél que terminase lo iniciado por “Guerrita” y continuase en la llamada edad de oro de manos de Joselito y Belmonte. Con “Manolete”, espejo de nuestro homenajeado hoy,  llega la suma perfección de lo que al final de siglo iniciara el II Califa. El toreo es quietud, mando, poder sobre el animal, estoicismo, verdad. Manuel Benítez “El Cordobés” cierra, por ahora, el califato taurino. Su época fue la de la revolución, los cambios, el carisma, la heroicidad. España vio en “El Cordobés” un ídolo, un modelo, una manera de salir de la nada. Muchos fueron los jóvenes que trataron de emular al último califa y la fiesta se revitalizó de forma más que notoria.
Córdoba pesa, y mucho, en el toreo. Por eso mismo, el toreo forma parte de las entrañas de Córdoba. Ha llegado la hora de dar el paso adelante y declarar la fiesta de los toros Patrimonio Inmaterial de Córdoba, como están haciendo muchas ciudades y pueblos con menos tradición e historia que esta cuna de Califas. Para ello las instituciones y los cordobeses tenemos la última palabra.
Pero no estamos aquí hoy reunidos para defender la fiesta que tanto amamos. Aunque con la que está cayendo, no está de más. Hoy nos congregamos en este Salón de los Mosaicos de este noble edificio, para una conmemoración.  Para celebrar el LX aniversario de la alternativa, como ha quedado dicho con anterioridad, del decano de los matadores de toros cordobeses. Rafael Soria Molina. Rafaelito Lagartijo en los carteles.
Sesenta años han pasado desde que el día 7 de octubre de 1951, José María Martorell, en presencia de Calerito, le cediera en la plaza de toros de Montoro la muerte de “Rodilla”, toro herrado con el pial del Duque de Pinohermoso.
Sesenta años han pasado, pero Rafael todavía se siente torero. No hay nada más que verlo cuando pasea por Ronda de los Tejares camino de Siroco. Su apostura torera es innata. Los años, ni tampoco la banca, han dañado su imagen juncal y gallarda. Y es que la técnica del toreo se puede asimilar a base de torear, pero que quede muy claro que el torero además nace. Y Rafael nació torero.
Corría el año 1930 cuando su padre, Fernando Soria Casanova, administraba tierras en Ecija. Accidentalmente su madre, Dolores Molina Sánchez, se puso de parto y Rafael se vio obligado a nacer en la ciudad de las Torres, el día 15 de enero. Fue bautizado en la parroquia de Santa María de la capital ecijana, siendo su padrino de pila, nada más y nada menos, que su bisabuelo el genial Juan Molina, hermano del Lagartijo el Grande, posiblemente uno de los mejores peones de brega de la historia del toreo. Decir que nuestra Córdoba no solo ha sido cuna de toreros de oro, sino también de grandes toreros de plata y azabaches.
Rafael no podía ser nada más que torero. Biznieto de Juan Molina, nieto de Rafael Molina Martínez “Lagartijo Chico” y sobrino de Manuel Rodríguez “Manolete” con quien convivió y se formó como hombre y como torero.
A pesar de haber nacido y ser bautizado en la vecina Ecija, Rafael no se siente nada más que cordobés. Se cría en el castizo barrio de Santa Marina en la plaza de la Lagunilla. Allí discurren sus primeros años como los de cualquier niño, entre juegos, hoy por culpa de los modernos videojuegos desaparecidos, como piola, el escondite,…y incluso la pelota. Pero pronto la figura de su tío Manuel le cautiva, le absorbe, tanto que es testigo de los entrenamientos del IV Califa en el patio de la casa y con él empieza a torear de salón. El toreo se convierte en el mejor de sus pasatiempos. Para su tío se convierte en un pequeño confidente a quien le cuenta un sinfín de cosas relacionadas con la profesión. En 1942 y cuando Rafael tiene doce años ante alguna actuación adversa en Sevilla le confiesa: “Sobrino estoy entrenando a ver si mañana puedo estar bien. No sé lo que me pasa, pero no estoy entendiendo este año a los toros que me están saliendo en Sevilla. En esa plaza, particularmente, nunca se puede estar mal.”
¡Con solo doce años! Manolete se sincera mucho con su sobrino. “Rafael, un torero está mal cuando no comprende por qué no ha podido estar bien. Eso es lo que me está pasando en Sevilla este año.” , le termina diciendo tras esos días grises en la Real Maestranza.
Manolete ve en su sobrino su mejor confidente, y Rafael ve en Manolete un espejo ideal para mirarse. Rafaelito está decidido a ser torero. Conoce lo dura que es la profesión, pues su tío le ha pedido que presencie en alguna ocasión la cura de alguna herida. Manolete es quien lo lleva a los primeros tentaderos. Es allí donde comienza a forjarse un nuevo torero en ciernes. Torea su primera becerra, pura de “garciapedrajas”, siendo aún un niño en la ganadería de Mariano Fernández que pastaba en Almodóvar del Río.
El debut con el “chispeante” no se hace esperar. Es el día 20 de mayo de 1946 en la centenaria plaza de Priego de Córdoba, recientemente remozada, en compañía del que más tarde fuera su padrino de alternativa José María Martorell. La presentación con picadores no tarda. Es el 15 de agosto de 1946 en la plaza de toros de Almendralejo siendo acompañado por Manolo Navarro y Juanito Bienvenida.
Ese mismo año tiene su presentación en Córdoba en la desaparecida plaza de los Tejares, el día 1 de septiembre se celebra una novillada organizada por la Asociación de la Prensa. En el cartel Rafaelito Lagartijo acompañado por Martorell y José Moreno “Joselete”.
Tras la temporada se encierra con su tío Manolete en el campo. Es la época donde el IV Califa se recluye en el campo charro.  Allí disfruta del campo, del toreo, bebe de las fuentes del mejor torero de la época y desarrolla un conocimiento innato en el conocimiento de los toros. Hace algunos años me comentó que ese invierno, estando con su tío en la finca de Atanasio Fernández en Salamanca, Manolete se “jartó” de torear a una vaca hasta la saciedad. Mucho y bien. Cuando Manolete se cansó, le dio la muleta y le dijo: Venga niño, ahora tú. Cuando nadie apostaba nada, Rafael le hizo otra faena a la brava becerra. El secreto. Darle aire y no molestarla hasta que se viniese arriba. Rafael siempre supo ver muy bien a los toros. Así se lo confesó a nuestro compañero Rafael de la Haba en entrevista publicada en el Diario Córdoba.
Me veía con cualidades y, además, me fijaba mucho en el toro y sabía verlo…Cuando toreaba mi tío en Córdoba me metía de pescozón en la plaza. Desde los siete añillos hasta los 14 años me estuvo llevando, porque ya con 15 años él dejó de torear en Córdoba. Fue cuando se enfadó Camará el apoderado del torero con Escriche el empresario de Los Tejares. El no tenía culpa. Quería torear, ¡ya verás!, él que llevaba Córdoba por todos lados. El caso es que cuando me llevaba a la plaza yo me fijaba mucho en el toro, me lo estudiaba. Hombre, te diré que muchas veces discutían mi tío y Camará después de una corrida sobre cómo había sido un toro y se decían: "Espera que venga el niño". Cuando llegaba me preguntaban cómo había visto tal toro, le daba mi opinión y se decían el uno al otro: "Tú ves".
Muchas fueron las vivencias de Rafael con su tío Manolete. En cierta ocasión,  en entrevista que le hice para la revista “La Montera”, me contó que antes de partir para Salamanca en ese invierno a que he hecho mención con anterioridad, sentados a la mesa Doña Angustias, Manolete y Rafael, le preguntó el Monstruo: “Niño, ¿tú porque quieres ser torero?” respondiéndole Rafael: “Pero tito, ya toreando con picadores me haces esas preguntas”, a lo que le respondió Manolete muy serio: “¿Tu sabes lo malo que es un purgante?. Pues ser torero es como tomarse todos los días un purgante y salir a torear.
Su tío es su espejo. En él se mira. Como torero y como persona. Manolete ve en su sobrino un torero excepcional, tanto que llega a decirle a Doña Angustias: “este siendo la mitad que yo, va a ganar el doble de dinero que yo.” Pero en agosto de 1947, Islero rompe el espejo. Rafael es testigo de la tragedia. Manolete que tenía la ilusión de apoderarlo, ante su inminente retirada, le cierra esa misma mañana en Linares una novillada en Barcelona con Balaña. Novillada que torea el 18 de septiembre triunfando con rotundidad en la ciudad Condal, cortando dos orejas y saliendo por la puerta grande. Al principio la tragedia de Linares no parece afectarle como torero. El día 8 de septiembre, actuó en un festival en Posadas donde estuvo en figura. Al día siguiente, hace el paseíllo en Lucena, con José María Martorell y Pablito Lalanda, cortándole las dos orejas y el rabo al único novillo que mato, porque cosas de la época, en su segundo, el quinto de la tarde, se apagó la luz, y como no hubo forma de encenderla se tuvo que suspender la novillada. De ahí a Baza el día 14 donde cortó seis orejas. Luego, el 21 a Valencia donde no pudo estar bien y terminar en Córdoba el día 24, en la desaparecida feria de septiembre, donde cortó un rabo.
En 1948 torea un buen número de festejos, concretamente veintisiete. Al año siguiente se presenta en Madrid, el día 16 de junio, alternando con Manuel Carmona y Calerito, estoqueando una novillada de Juan Cobaleda y Alicio Tabernero. Poco a poco va decreciendo el número de actuaciones. A Rafaelito Lagartijo se le había roto el espejo donde se miraba y el pilar donde se sustentaba. Su tío, el hombre y el torero, ya no está presente. El ánimo se viene abajo. El vacio de Manolete es notorio. A esto hay que unir la enorme contrariedad sufrida de ver como faenas de mucha solvencia y peso, son mal rubricadas con la espada, no alcanzando la repercusión deseada.
Entre Carlos Arruza y José Luis de Córdoba echan a rodar la magna corrida pro monumento a Manolete. Rafaelito Lagartijo tiene que tomar la alternativa si quiere formar parte del cartel. Aunque existía el compromiso de José Escriche de que la tomara en la feria de mayo de 1952, se va a Montoro hace ahora sesenta años, a doctorarse como matador de toros para poder actuar en la corrida homenaje a aquel que tanto quiso y que lo formó como hombre y como torero.
En la corrida del monumento deja su sello. Aún cuentan los que la presenciaron un muletazo inverosímil. Faena breve pero con muchos quilates. Se dice que lo bueno si breve, dos veces bueno. La espada le privó de un triunfo ese día. Luego la campaña de 1952 es corta, tras actuar en Oviedo, en compañía de Pepín Martín Vázquez y Calerito y de matar una seria corrida de toros en su Ecija natal, Rafaelito Lagartijo decide dejarlo pese a tener unas pocas de fechas cerradas. Su padre le aconseja que medite la decisión argumentando que sus cualidades son únicas y hay que aprovecharlas. Rafael decide no torear durante un tiempo y madurar la medida adoptada. Es entonces cuando surge la ocasión de trabajar, gracias a la gestión de Luis Sarazá, en una conocida entidad bancaria. Rafael se olvida definitivamente del toreo, aunque siga siendo torero y viva como tal.
Hoy Córdoba le homenajea en recuerdo de su sesenta aniversario como matador de toros, pues a pesar de estar muchos años retirado, Rafaelito Lagartijo, nunca ha dejado de ser algo para lo que nació. TORERO, aunque posiblemente sesenta y cuatro años atrás un toro de Miura, sesgara además de la vida de un torero sin igual, la prometedora ilusión y fulgurante carrera del decano actual de los matadores de toros de esta Córdoba califal."

HOMENAJE A LAGARTIJO EN EL LX ANIVERSARIO DE SU ALTERNATIVA.









HOMENAJE A UN TORERO VETERANO


CÓRDOBA  RECONOCE A “LAGARTIJO” AL CUMPLIR 60 AÑOS COMO MATADOR DE TOROS

El siete de Octubre de 1951 José María Martorell en presencia de Manuel Calero “Calerito” le da la alternativa a Rafael Soria “Lagartijo” en la plaza de toros de Montoro.
De esta fecha se han cumplido sesenta años y el Ayuntamiento, con la colaboración de la Sociedad Propietaria de la Plaza de Toros, ha rendido un homenaje de reconocimiento a este querido matador de toros, que aunque nació en Écija vive desde muy temprana edad en Córdoba.
El acto de homenaje se desarrolló en el Salón de los Mosaicos del Alcázar de los Reyes Cristianos y contó, además de con la presencia del Alcalde José Antonio Nieto, con la asistencia de un puñado de toreros, aficionados y familiares del homenajeado.
El escritor taurino Salvador Jiménez glosó la trayectoria profesional de “Lagartijo” y a continuación fue concediendo la palabra, respectivamente, a Tomás González de Canales, Presidente de la Sociedad Propietaria de la Plaza de Toros, Rosario Alarcón, Vice-presidenta de la Diputación, José Antonio Nieto, Alcalde de Córdoba y a Manuel Benítez “El Cordobés” que aparte de dedicarle a Rafael Soria unas cariñosas palabras, realizó un alegato en defensa de la Fiesta de los Toros. También intervino uno de los hijos del homenajeado, cerrando el turno de intervenciones “Lagartijo”, que, muy emocionado, se limitó a agradecer este reconocimiento y deseó larga vida a la Fiesta de los Toros.
Inmediatamente se procedió a entregarle recuerdos del acto. El Alcalde José Antonio Nieto le entregó una réplica en plata de la Mezquita-Catedral, la Sociedad Propietaria  una placa conmemorativa del acto y Manuel Benítez “El Cordobés”, V Califa del toreo, una medalla de oro con la esfinge de San Rafael.
Terminado el protocolo, se sirvió una copa de vino.- L.R.G.

10/12/2011

ANA RITA SE METE AL PUBLICO EN EL BOLSILLO PESE A SUS CARENCIAS.


MONTORO PONE PUNTO Y FINAL A LA TEMPORADA EN LA PROVINCIA DE CORDOBA.
GANADERIA: Seis toros, reglamentariamente despuntados para rejones, de Jodar y Ruchena. Bien presentados, cinqueños y de buen juego para las cabalgaduras. Destacaron los corridos en 4º, 5º y 6º lugar.
REJONEADORES: JOSE LUIS CAÑAVERAL. Oreja y oreja.
LOPEZ BAYO. Oreja y oreja con petición de la segunda.
ANA RITA. Ovación con saludos tras tres avisos oreja con petición de la segunda.
INCIDENCIAS. Plaza de toros de Montoro. Corrida de rejones con motivo de la feria de Nuestra Señora del Rosario. Menos de media entrada en tarde de agradable temperatura. José Luis Cañaveral y López Bayo sustituyeron respectivamente a Lea Vicens y Luis Valdenebro. Al finalizar el festejo los tres rejoneadores salieron a hombros por la puerta grande. 

Cuando parecía que no, Montoro, una vez más, ha puesto el broche de oro de la temporada en la provincia de Córdoba. Una temporada que se ha visto marcada por la profunda crisis que atravesamos y que ha hecho que los festejos en nuestra provincia hayan sufrido una notable disminución. Finalmente el esfuerzo de la nueva empresa, Onuba Taurina, S.L., y del ayuntamiento han hecho que la tradición no se interrumpa, cuando todo parecía indicar que el coqueto coso montoreño no pondría su tradicional punto final a la campaña, lo ha hecho con una corrida de rejones con tres rejoneadores de distintas nacionalidades que hizo que el mismo fuese anunciado como corrida internacional, aunque finalmente no pudo llevarse a cabo, pues tanto la francesa Lea Vicens, como el sevillano Valdenebro, no pudieron actuar por no haberse aún doctorado como rejoneadores matadores de toros.
La única superviviente del cartel original, la rejoneadora portuguesa Ana Rita, conocida por sus intervenciones de los certámenes televisados por Canal Sur, fue la triunfadora moral del festejo. La amazona lusa sigue con sus mismas virtudes y con sus mismos defectos. Con una gran evolución en su carrera, sigue siendo valiente como ella sola, a veces rayando la temeridad, con una afición a prueba de bomba y con una gran simpatía, conectando rápidamente con los públicos. Por el contrario su falta de temple, su celeridad en la ejecución de las suertes y el mal uso de los aceros afean notablemente todo lo que realiza en el ruedo. Hizo dos faenas de similar corte y se metió al público en el bolsillo, tanto que a pesar de escuchar tres avisos en su primero y volver a estar espesa con los hierros de muerte en el sexto, fue paseada a hombros y sacada de tal guisa por la puerta grande, todo ello a pesar de cortar únicamente un trofeo.


José Luis Cañaveral, veterano rejoneador sevillano, se encargó de abrir plaza. Su primero un animal distraído no le permitió lucirse plenamente, por lo que su labor discurrió con muchas desigualdades, destacando sobre todo en los pares a dos manos. Mejor en su segundo donde puso en evidencia su oficio y logró pasajes que hicieron que el público se le entregase, aunque su actuación no terminó de remontar el vuelo que todos hubiesen deseado.
López Bayo se topo, posiblemente, con el mejor lote del encierro. Su primero que tuvo el único defecto de ser muy distraído, le permitió lucir en banderillas clavando con solvencia, lo que a la postre le sirvió para cortar una oreja. Mucho mejor en su segundo, un berrendo aparejado bravo y codicioso, donde destacó sobre manera con unas banderillas al quiebro inverosímiles. Cayó de la cabalgadura sin consecuencias y tras estar breve con el rejón de muerte cortó otra oreja que pudieron ser dos si la presidencia hubiera atendido la petición.

10/08/2011

FUERZA PADILLA

Iba a seguir con el tema de la casta jijona y sucede esto. La fiesta mostró ayer su cara más dramática, la más dura, la más sangrienta y la más dura. Por eso la fiesta es grande. Por su antagonismo. Sus dos polos tan distantes entre sí. La fiesta de los toros es un drama verdadero, donde la muerte y la tragedia forman parte del guión.
Las imágenes son dantescas.  La figura de un hombre con el rostro ensangrentado, el ojo fuera de su órbita y acordándose de su familia han dado la vuelta, gracias a las nuevas tecnologías, al mundo. Las reacciones no se han hecho de esperar. Solidaridad y fuerza con Padilla. El jerezano es un torero honrado y profesional. No gustará a los ortodoxos, por sus formas iconoclastas y alejadas del clasicismo, pero Juan José es un hombre que nunca ha pisado la arena para engañar a nadie. Yo soy así. Me tomas o me dejas, pero no te voy a engañar. Curtido en mil batallas, con el toro de verdad, aquél al que todos rehuyen, comenzaba a tener el respeto de todo el mundo, incluso de los más fervientes detractores. Se avecinaban tiempos de tranquilidad, de torear lo que le apeteciera y a un dinero más que lógico. Su camino en el mundo del toro estaba prácticamente trazado y andado. Desgraciadamente un "Marqués", cárdeno de capa, ha truncado unos años en los que el torero de Jerez podía disfrutar de lo que más le gusta, torear y ser feliz junto a los suyos. 
He hablado antes de las nuevas tecnologías. La red muestra las noticias de una forma casi instantánea. Las ediciones digitales de los distintos periódicos han seguido de cerca el drama vivido. También estos nuevos modos de información dan al lector la oportunidad de dar su opinión. Aquí es donde he vivido la crueldad humana, la perdida de valores, la falta de ética y moral. ¿Como se puede equiparar la vida de un ser humano a la de un animal? La racionalidad humana siempre estará por encima de todo. Por esto pienso que los autores de estos comentarios, están cegados por el odio, por la bajeza, por la maldad y sobre todo por una falta de humanidad que los hace ser unos hijos de siete cabras.
Pero no hay que hacer caso a esta gente. Ahora lo que hace falta es estar pendientes de un ser humano que ha estado a punto de perder la vida y que ha sufrido en sus carnes toda la crudeza de la fiesta. Por eso Juan José estamos contigo y con los tuyos, esperando que pronto puedas gozar de ellos y que Dios te permita hacer lo que más te gusta. Vivir en torero. FUERZA PADILLA.








10/04/2011

LA CASTA JIJONA, SOLO UN RECUERDO.


La crisis que atravesamos está golpeando a todos sin piedad. El campo bravo no podía ser menos. Los ganaderos de casta tratan y luchan por todos los medios colocar sus productos. Es obvio que el excedente es máximo, al igual que muchas vacadas formadas en los años de bonanza, con desechos pagados a precio de oro.
Los criadores tienen que ser muy listos para poder vender. Unos han optado por abaratar precios, otros por vender las camadas de machos completas a empresarios para que recriados por estos, los coloquen en sus plazas y otros, pocos eso sí, tiran del marketing.
La reglamentación del año 1992 nos trajo el indulto del toro de forma oficial. Secundado por toda la normativa de estos nuevos reinos de Taifas, llamados comunidades autónomas, el indulto hoy no es más que un premio devaluado. El perdón de la vida no sirve nada más que para que algunos criadores tengan una publicidad gratuita que es rentabilizada de forma notoria.
Otros ganaderos, últimamente están brotando como hongos en otoño, tratan de “vender” que son poseedores de algo único. Cada vez son más los que presumen de tener en sus campos, una sangre brava que se creía extinguida desde hace tiempo. Buscan el mercado de los “indignados” por la homogeneización, más que patente, en la dehesa brava; de los franceses a los que gusta un espectáculo más dinámico y que ven en los encastes minoritarios una fórmula válida para la fiesta; y sobre todo el de los amantes del toro bravo en su máxima expresión, aquellos que demandan la variedad existente, por desgracia cada vez menos, en la cabaña brava ganadera.
Sorprende por tanto que castas decimonónicas que se tenían por extinguidas muchos años atrás, aparezcan como por arte de magia o bilibirloque. Una de estas sangres, que vuelve como salida de un particular “Jurasic Park”, es la fundacional de Jijón.
Cuando parecía extinguida, la historia nos lo demuestra con claridad, la vacada de “Peñajara” propiedad de José Rufino Martín, se convierte en abanderada de la vieja casta castellana, aquella que “Don Luís” describió a sus toros como “…de bastante alzada y peso, buena cornamenta y de mayor poder y con más facultades en los remos que los andaluces y aún que los mismos de las tierras llana de Castilla la Vieja, y bastos de hechuras, que afeaban un tanto su trapío.”
Haciendo historia hay que recordar que el actual ganadero adquiere sus presuntos “jijones” en 1997 a Manuel Rueda, quien la formara con ganado procedente de Baltasar Iban entre los años 1975 y 1977. Sabido es por todos los aficionados que Baltasar Iban formó su singular y personal toro, mediante un cruce de vacas procedentes de Juan Contreras, formada con un desecho de Murube, y sementales de María Antonia Fonseca procedentes de Juan Pedro Domecq. Por tanto la sangre de Iban es 100% pura de Vistahermosa a través de Murube y Parladé.
¿Pero qué fundamento tiene el ganadero para proclamarse poseedor de algo único? Lógicamente alguno hay, pero muy atrás en el tiempo e históricamente de difícil defensa.
La ganadería que adquiere Baltasar Iban, pura procedencia Contreras, la compra a Manuel González Martín en 1957. Este último señor se había convertido ganadero en 1939 cuando adquiere la ganadería de Jerónimo Díaz Alonso, que a su vez la formara en 1929 al adquirir a Fernando Sánchez Rico su ganadería. Es durante los diez años en que la posee Jerónimo Díaz cuando cabe la posibilidad de entrada de sangre “jijona” pues este señor compra a Julián Fernández 50 hembras sin tentar, alguna es lógico que fuese desechada,  que a su vez procedían de la de Vicente Martínez.
También es sabido que el legendario ganadero colmenañero, ya era consciente de que sus “jijones” no se adaptaban a la evolución del toreo y ensayo dos cruces con resultados distintos. El primero se produjo en 1875 cuando por consejo de Salvador Sánchez “Frascuelo”, las vacas “jijonas” fueron padreadas con un toro de casta vazqueña propiedad de Joaquín Pérez de la Concha. Este toro de nombre “Español” era de capa berrenda en negro que se hizo manifiesta en la ganadería, alternando así con el colorado encendido habitual. Pero si hay un hecho que marca un antes y un después en la ganadería colmenareña es el cruce definitivo con otro toro. El celebérrimo “Diano” de Ibarra que termino de configurar el toro deseado por el señor Martínez. A “Diano” le siguieron “Dudoso”, también de Ibarra, y “Vinagrero” y “Ramito” de igual origen ibarreño pero adquiridos ya a Fernando Parladé.
Es de suponer que los vestigios de sangre “jijona” en la ganadería de Jeronimo Díaz eran mínimos pues la sangre ibarreña se había convertido en mayoritaria por absorción en la torada. Si esto ya era así en la primera mitad del siglo XX ¿Qué proporción de sangre “jijona” puede haber en “Peñajara”? Seguramente mínima. Por muchos colorados que salgan, el pelo típico de Juan Contreras era el castaño, en las camadas solo será fachada, reminiscencia nostálgica de algo que pasó a la historia. No niego que algo de la vieja sangre de “jijón” este palpable en estos bonitos toros, pero ojo, muy diluida y de forma puramente testimonial.

10/03/2011

LA FIESTA HACE HISTORIA EN AGUILAR














Los actos conmemorativos del XVII aniversario de la Coronación Canónica de la imagen de Nuestra Señora de la Fuensanta, patrona de Córdoba y de las cofradías cordobesas, me impidieron asistir a la corrida celebrada ayer en la localidad cordobesa de Aguilar de la Frontera.
Esta mañana recibí en el email la información, gráfica y escrita, de nuestro amigo, compañero y maestro, Ladis, que les transcribo a continuación. 

"CORRIDA DE TOROS EN AGUILAR


HISTÓRICA CORRIDA TRIUNFAL EN LA PLAZA OCHAVADA
LOS TRES ESPADAS SALIERON A HOMBROS

L.R.G.
 (2-10-2011)
Plaza: Portátil instalada en la plaza ochavada. Lleno en tarde de calor soportable. Se Colgó el cartel de no hay billetes.
Toros: Encierro de Hnos.Tornay muy bien presentado, sosos y noblotes  con las fuerzas justas. El mejor el primero ( el del doctorado marcado con el nº 108 y de nombre “Ajumo II”.
Finito de Córdoba: siete pinchazos y dos descabellos ( silencio tras aviso) y pinchazo y estocada caída (dos orejas con fuerte protesta al palco por conceder un rabo que no  había pedido el público).El torero lo rechazó prudentemente.
Manuel Díaz “El Cordobés”: estocada tendida y descabello ( dos orejas con fuerte petición de rabo) y estocada ( oreja con fuerte petición de otra, y enorme bronca a la presidencia por no concederla)
Rafael Tejada: en el toro de la alternativa estocada ( dos orejas) y pinchazo, estocada que hace guardia y descabello ( ovación).
Incidencias: Los tres toreros salieron a hombros. Terminado el paseíllo se homenajeó al torero local Juanito Méndez.

Cuando el palco quita el protagonismo a los toreros, mal asunto. Esta tarde en Aguilar de la Frontera, con un ambiente de lujo en la portátil montada en la histórica plaza ochavada y con la gente con ganas de toros y fiesta, el presidente, y sobre todo el asesor, han estado a punto de aguarlo todo con una decisión absurda. Si el público no solicita los máximos trofeos, no se pueden conceder aunque el destinatario sea el torero titular de la Peña de la que el asesor es un apasionado seguidor. Pretendió hacerle un favor a su ídolo y lo que consiguió fue echarle a los tendidos encima. Tendidos que estaban muy cabreados por que en el toro anterior le negó un rabo, pedido por toda la plaza, a Manuel Díaz. No se puede ser juez y parte, se ha dicho siempre.
En fín, todo quedó en una anécdota negativa que se podía haber evitado.
Triunfador de la tarde, en número de trofeos, resultó  ser El Cordobés, que sabe ganarse al público con su entrega y pundonor. A su primer toro lo recibió con unas verónicas de dentro para afuera muy aplaudidas.  Después de un solo puyazo, tónica de toda la corrida, realizó un quite por chicuelinas que fue lo que acabó de encender a los tendidos. La faena de muleta la comenzó con ambas rodillas en tierra, como una tarjeta de visita de lo que vendría después. Le tenemos anotadas, sobre todo, dos tandas por la derecha con mucho sosiego y muleta baja. También con la zurda con cadera quebrada, estuvo notable. El toro se fue apagando conforme avanzaba la faena y en las postrimerías sacó a relucir todo su repertorio basado en las cercanías y los gestos de complicidad con el público. No faltaron saltos de la rana y como la espada entró a la primera, la locura estalló. Su segundo enemigo salió lesionado de la suerte de varas y la labor de Manuel consistió en mimarlo para que no cayera el animal. Sin embargo el público le reconoció el tesón y la entrega y aunque los tendidos se tiñeron de blanco cuando rodó el animal, solo se le concedió una oreja. Los gritos de fuera, fuera, al palco duraron varios minutos y para el torero se coreó “tu si que vales” cuando daba una apoteósica vuelta al ruedo.
Finito de Córdoba realizó lo mejor de la tarde en su segundo enemigo al que recibió con un ramillete de verónicas a pies juntos y manos bajas de mucho sabor. El animal recibió un puyazo largo que nos hizo temer lo peor, pero el toro se vino arriba y Finito firmó varias tandas con la derecha de muleta relajada rematadas con pases de pecho de auténtico cartel. El Finito de siempre estaba en el ruedo. Las palmas echaban humo. Al torear al natural ya no había tanta limpieza y retomó otra vez la derecha para disfrutar y hacer disfrutar al público. El epílogo de esta buena obra lo emborronó el palco, como ya queda dicho. Así que el torero entregó a su cuadrilla los trofeos y dio la vuelta al ruedo recibiendo el cariño de la parroquia. En su primero no alcanzó a tomarle las distancias y aunque hubo destellos no consiguió realizar una faena maciza.
Abría cartel el torero de Ronda, Rafael Tejada que tomaba la alternativa. Se topó con el mejor toro del encierro, también el de menor volumen, y el muchacho estuvo muy digno. Realizó una faena variada con algunos muletazos de buena factura. En el que cerró plaza, único que recibió dos largos puyazos, ya no estuvo tan suelto. Por su inexperiencia y por que el animal no era tan bonancible en la embestida como el que le coronó como nuevo matador de toros."