LOS TOROS SE CARGARON LA TARDE

GANADERIA: Cinco toros de Buenavista y uno de Albarreal corrido en sexto lugar. Todos desiguales de presentación, alguno muy por debajo de lo que debe de serlo en una plaza de primera. Su juego fue de más a menos. Sosos, desrazados y mansos. División el primero, ovación al segundo, palmas el tercero y pitados cuarto, quinto y sexto.

TOREROS: MORANTE DE LA PUEBLA (verde oliva y azabache). Metisaca, estocada caída y ocho descabellos (pitos tras un aviso) y un pinchazo y estocada (ovación con saludos).
MIGUEL ANGEL PERERA (verdegay y oro). Estocada caída (oreja) y estocada trasera (ovación con saludos).
DANIEL LUQUE (azul marbella y oro). Dos pinchazos y estocada (ovación con saludos) y dos pinchados y estocada (ovación con saludos).

INCIDENCIAS: Sexto festejo de abono de la Feria de Nuestra Señora de la Salud de Córdoba. Más de media entrada en tarde calurosa en la que en ocasiones molestó el viento. Destacó Raul Caricol en el tercio de banderillas del tercero, donde se desmonteró, y en la lidia al sexto. Joselito Gutiérrez se desmonteró igualmente tras parear al quinto.

El público que se congregó en los tendidos de Los Califas, tenía ganas de pasar una buena tarde de toros. Eso se mascaba en el ambiente, todo el mundo muy predispuesto con los toreros. Los toreros igualmente mostraron sus intenciones de hacer pasar un buen rato a los espectadores. Pero al final todo se fue al traste por culpa del que debe ser pilar básico de la fiesta. El toro. Cuando este falla, todo se viene abajo y nada tiene importancia. Mal presentada y con una falta de casta total, los seis toros que salieron por toriles se encargaron de descabalar el propósito de todo el mundo.
Morante de la Puebla venía precedido del lío de Madrid. Córdoba lo esperaba con ansía, pero solo pudo mostrar detalles de su clase en sus dos oponentes. Su primero, brutote mientras duró, no le permitió nada más que enjaretar tres derechazos con su plástico estilo y nada más. En el cuarto que duró un poco más, no mucho, le permitió realizar un bello quite a la verónica con mucha belleza. Lo recibió con la muleta con pases sentado en el estribo que culminó con un colosal ayudado por bajo. En el momento que obligó a su oponente todo termino desbaratado. Menos mal que tuvo esos detalles que tanto gustan a los públicos.
Miguel Ángel Perera era esperado en Córdoba. Llevaba algunas temporadas sin torear aquí y había cierta expectación por verlo tras los triunfos de la campaña anterior. Cortó una merecida oreja a su primero por una labor perfecta en planteamiento y forma. Fue espectacularmente volteado al torear al natural, sin consecuencias, y tras el percance el toro se fue apagando rápidamente. Mató certeramente y como ha quedado dicho cortó un trofeo. En su segundo poco pudo hacer. Ante un animal totalmente falto de raza, solo pudo darse un arrimón y tratar de sacar agua de un pozo sin agua.
Daniel Luque tiene un concepto muy bueno del toreo. Con el capote ya atisbó su estilo en los lances de recibo a su primero, sobre todo en lances al delantal. La faena tuvo dos partes bien distintas. Una primera maciza y rotunda, y otra en terrenos de cercanías que resultó más deslavazada e irregular. No obstante si mata bien pudiera haber paseado un trofeo. Se estrelló con el remiendo de Albarreal que le buscaba en los remates de todos los muletazos. Aguantó y tragó una barbaridad, eso sí, sin llegar a calar en los tendidos con la corrida ya cuesta abajo por culpa del juego de los toros.