Han pasado días desde que se arrastró el último toro en la feria de
Córdoba. Desde entonces la liturgia de la tauromaquia ha estado ausente en
Córdoba y provincia. La crisis, y la mala gestión, en los años de bonanza han
dado al traste con muchas ferias en la provincia que comenzaban a tener su
poquito de caché. Casi todas han desaparecido, y en algunos lugares han sido sustituidos
sus festejos taurinos, por montajes para novilleros que empiezan con “posibles”.
Esto conlleva que no siempre torean los mejores, sino los que venden más
entradas, o se pagan los gastos. Pero en fin dejemos de hablar de los males de
la fiesta y vayamos a lo positivo. Aunque ya estaba al corriente por mi buen
amigo Rafa Cobo, que tan magistralmente mantiene la bitácora Subbetica Taurina,
esta mañana he recibido vía WhatsApp los carteles de la próxima feria Real de
Priego de Córdoba.
Ello por si solo ha sido motivo de alegría. Una feria que se mantiene con
lo que está cayendo, y encima con dos festejos que podrán gustar más o menos,
siempre me acuerdo de la escena final de “Con faldas y a lo loco” con la
retorica frase nadie es perfecto,
pero que ahí están y mantendrán el nivel taurino en una ciudad con una
asolerada afición como es Priego de Córdoba en su feria.
La otra gran alegría es por la inclusión en la misma de un torero emergente
y con futuro como Andrés Luis Dorado. Le conozco personalmente y es en el trato
un tío genial, con la cabeza en su sitio y con una formación humana fuera de lo
común. Como torero es lo que yo llamo, ya lo he expresado antes, un torero
emergente. Un torero con solidez, oficio y personalidad, al que el sistema
impuesto no le deja mostrar sus credenciales en plazas importantes para
reivindicar un sitio que merece por oficio y sobre todo por ganas. Le deseo lo
mejor, no solo en Priego, sino en toda aquella plaza donde le dejen desarrollar
todo lo que lleva dentro. No es lícito que tras haber tomado la alternativa
hace ya algunos años, aún no haya tenido la oportunidad de pisar el dorado
albero de Los Califas, por lo que debe de aprovechar cada oportunidad a sangre
y fuego para poner en valor todo aquello que lleva en su capote y muleta. En
Priego tendrá la ocasión del alternar con David Mora y con Jiménez Fortes, dos
toreros que se están convirtiendo en relevo renovador del escalafón superior.
Llevo un tiempo que no me gusta dar en esta bitácora taurina noticias del
toro como si de una fría agencia de prensa se tratara. Pero hoy me hago eco de
los carteles de una feria que un año más levanta expectación en una ciudad que
vive el toro de forma apasionada como es Priego de Córdoba, ciudad en la que me siento tan a gusto que ya la considero un poco mía.
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